Veneto Trail + Asiago Loop

el viaje hormético

La Veneto Trail es un evento de bikepacking no competitivo ideado por el gran Andrea Securo, creador también de recorridos como la Veneto Divide o el Asiago Loop. Partiendo de la preciosa Cittadella, la ruta cuenta con 450km y 10000m de desnivel positivo, siempre rodeados de los impresionantes paisajes de Pre-alpes y Dolomitas.

Creo que con los años, uno se vuelve más exigente, o quizás tan solo más raro. Prueba de ello es que cada vez me cuesta más encontrar eventos que me llamen la atención. Aun así la VenetoTrail llevaba varios años en mi lista de deseos. Para mi, su atractivo principal era su filosofía no competitiva, un formato que escasea bastante, y que considero muy necesario en nuestros días, por fomentar la participación de distintos perfiles ciclistas diferentes.

Es cierto que cada vez hay más eventos de bikepacking en todo el mundo, lo que es muy positivo, que nadie me malinterprete, pero la verdad es que un porcentaje muy elevado de ellos se centra en una filosofía competitiva, con normas restrictivas, tiempos de corte, o elevadas inscripciones a causa de la complejidad logística. Todo ello, de una forma más o menos indirecta, excluye a otros perfiles ciclistas menos interesados en los números o las clasificaciones.

En los últimos años estamos viendo un esfuerzo por marcas, organizadores o distintos colectivos para conseguir un ciclismo cada vez más inclusivo, y la VenetoTrail es un ejemplo de todo ello que hace que me quite el sombrero. Si bien es cierto que incluso en este evento aún hay un largo camino por recorrer en cuanto a la participación femenina, fue una auténtica gozada poder disfrutar de un abanico tan amplio de perfiles ciclistas.

HORMESIS

Exponer al cuerpo a ciertos estresores en su justa medida nos hace más adaptables y más fuertes. Ha sido parte de nuestra evolución. En eso consiste el concepto de hormesis.

Con esto en mente, desde hace algún tiempo venía sintiendo que necesitaba obligarme a salir de una zona de confort que cada vez me atrapaba con mayor poder gravitacional. Viajar por primera vez con mi bici en avión, a un evento un escalón por encima de mi nivel técnico percibido, y en el que solo hablaría italiano e inglés por unos días. Justo lo que buscaba.

En cuanto al avión… tema delicado, lo sé. Como comenté en mi artículo «Parallel» acerca de la huella de nuestros viajes, el sentimiento de culpa por recurrir al avión era algo que  no podía evitar, pero creía también que no debería ser un factor limitante cuando un viaje lleva años en tu mente y nunca antes has subido a un avión con tu bici. Además, ya que iba, quería aprovechar el viaje para una estancia más larga, pedaleando el Asiago Loop en la misma zona al finalizar la VenetoTrail. Todas estas dudas fueron una parte muy interesante de la experiencia.

Desde el punto de vista de la dificultad del recorrido, hace ya cuatro años, cuando empecé a oír hablar sobre la Veneto Trail en plena Torino-Nice Rally, ya me advirtieron que el nivel técnico de su trazado era un par de puntitos más alto que lo que teníamos entre manos en aquella ocasión, considerándose más bien un recorrido puro de mountain bike.

Ese nivel técnico N+1 era un punto que me asustaba y motivaba a partes iguales, del mismo modo que me asustaba y motivaba la TNR cuando la descubrí siendo yo un «ultra específico» carretero en busca de nuevos retos. Exponerme a algo que temía era una buena forma de romper algún que otro techo de cristal. Todo marchaba en mi camino hormético.

¿Y el idioma qué? Con 22 países representados, sabía que estos días supondrían una desconexión del castellano y una inmersión completa tanto en inglés como en italiano. Una forma perfecta de poder pegar un buen apretón en esos dos idiomas en una mini-erasmus a pedales, me encanta esa faceta de este tipo de viajes. Por cierto, según me comentó Andrea, yo era el primer españolito en las ya siete ediciones de la Veneto, algo que también me hace pensar sobre el tipo de eventos que tradicionalmente buscamos fuera.

«SOLO«, ENTRE COMILLAS

Sin ninguna duda, el hecho de ir solo hacía mucho más interesantes los procesos que he mencionado, pero además, como comentamos varios compañeros de ruta, hacía que la experiencia global fuera mucho más intensa, y el mejor camino para abrirte a conocer a un montón de gente interesante.

La dinámica del día se iba adaptando sin ninguna prisa a lo que fuera surgiendo durante el recorrido. ¿Aparecía un refugio precioso una tarde de lluvia? nos quedábamos… ¿Descubríamos un camping junto a un lago precioso un día caluroso? nos quedábamos también… ¿Matt proponía un loop extra a mitad de recorrido para alargar un día más? allá que íbamos. 

No había presión, no había horario ni tiempo de corte que cumplir. Ya he estado en unos cuantos eventos de bikepacking, pero por fin tenía la sensación de que este lo había pedaleado de la forma que siempre quise pedalear todos los anteriores.

EL ASIAGO LOOP

Como he comentado, quería aprovechar el viaje para una estancia más larga y poder conocer algo más la zona. El Asiago Loop era el complemento perfecto para asimilar la explosión mental que supuso para mí la Veneto Trail.

Consiste en una ruta circular de algo menos de 200 km y casi 5000m de desnivel positivo en el Altiplano de Asiago, en los Prealpes Vicentinos. Se puede acceder a la ruta desde diferentes puntos, en mi caso, fui pedaleando desde Cittadella a través de Bassano del Grappa, desde donde “solo” me faltaría remontar los mil metros de desnivel hasta comenzar el bucle.

El recorrido tiene todo el mismo sabor de la zona que la Veneto Trail, cocinado y aderezado impecablemente por su mismo creador, Andrea Securo. Terreno duro, suelto en ocasiones, que no perdona, y en el que toca echar pie a tierra en más de una ocasión, sobre todo con una bici cargada y unas piernas con bastante desnivel ya encima.

Sin embargo, esta zona, pese a estar tan cerca de Dolomitas, no está tan explotada, y puede decirse que es bastante remota, por lo que toca estar atento a la planificación para conseguir agua y comida durante el recorrido. Me suena, me siento como en casa.

Zona de CONfort

Ahora que ha pasado el tiempo desde mi vuelta y pienso en lo vivido, lo considero como el viaje perfecto. Un país que me enamora, un recorrido impecable, paisajes que te ponen los pelos de punta, buena comida en todos los pueblos, gente maravillosa, mi bici y mi tienda de campaña. -«¿Realmente piensas que has estado fuera de tu zona de confort?«

Que ahora me haga esta pregunta a mí mismo significa que el experimento funcionó a la perfección: mi zona de confort había saltado por los aires. Hoy soy la persona que buscaba ser antes del viaje.

Aquí puedes encontrar la galería completa de la Veneto Trail y el Asiago Loop: